Yucatán:

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"El cerebro tiene 1000 millones de neuronas"

BUSCAN REPRESENTAR A MÉXICO; LES CIERRAN LA LLAVE POR CAMBIO DE GOBIERNO

Los yucatecos celebran los triunfos de cada deportista como si fueran propios y se emocionan hasta las lágrimas cada vez que algún representante del estado logra escalar posiciones privilegiadas en las disciplinas en las que compiten.

En su momento, todo mundo sale a colgarse las medallas alcanzadas por los atletas que en la mayoría de los casos sólo contaron con el apoyo mínimo de las instancias deportivas y la familia es quien termina costeando los recursos requeridos de movilidad, hospedaje, alimentación y transporte a través de colectas, rifas, eventos con causa, etc.

Todos estos deportistas y muchos más que también han dejado el nombre de Yucatán en lo más alto del podio en competencias a nivel mundial hoy enfrentan una realidad adversa. Con competencias en puerta, campamentos y concentraciones programadas, y diversos compromisos contraídos para continuar en su avance, se enfrentan al temido “cambio de gobierno”.

Y es que los tiempos de transición en la administración afecta todos los niveles de la vida pública de una sociedad, pero particularmente nos ocupa hoy poner en relieve tan sólo unos casos de varios que comparten la misma situación; sus compromisos de participaciones en el extranjero son inciertas porque reciben una única respuesta: “ya no hay asignación de recursos; hay cambio de gobierno”.

Si no se tienen los recursos para que las promesas infantiles y juveniles continúen su preparación para participar dignamente, desde luego que les toca renunciar a esas oportunidades. ¿Es justo para una generación de niños que están despuntando en disciplinas donde tradicionalmente Yucatán no ha sido precisamente posicionado y que hoy, haya los prospectos pero no haya los recursos para respaldarlos?

El problema quizá no sea de presupuestos asignados o retenidos; se requiere de un verdadero plan estatal de deporte. Pero mientras ingresa una nueva política deportiva, la realidad es que “ya se cerró la llave”, ni una gota más para apoyar a los atletas que sí tienen fechas que cubrir, planificadas, agendadas y prospectadas desde hace meses. Tal es el caso de Verónica Saraí Borges Medina, David Elías Carballo Castillo y Francisco Javier Avitia Méndez, atletas de Alto Rendimiento de Gimnasia de Trampolín, que hoy requieren los

apoyos económicos para acudir al Mundial de la disciplina en San Petersburgo Rusia.

Avitia, con 12 años terminó en la primera posición del selectivo nacional y con ello logró este pase. En tanto que Verónica hizo lo propio ocupando el segundo lugar en el selectivo clasificatorio para participar en el referido Campeonato Mundial. Elías Castillo también logró su pase participando en el selectivo nacional. O el caso de las nadadoras Lorena Hernández Baez 18 años, Diany Rosado Vera 16 años y Diana Mex Gamboa de 13 años que obtuvieron su pase a la final mundial Oceanman en la distancia de 5km en el mar, a realizarse el 16 de noviembre en Dubai.

Lo lamentable del caso es la actitud del entrenador, José Luis Nuñez, que para suavizar el momento político que vive el Estado y el País, en una actitud poco aliciente para respaldar a sus pupilos, ha fijado su posición al respecto. Si el gobierno del estado a través del IDEY han informado, “no hay dinero para apoyarlos”, en última instancia, “que no vayan”.

La transición de gobierno es un proceso administrativo y político que tiene lugar cada período estipulado; y lamentablemente está afectando a 3 gimnastas sobresalientes y 3 nadadores que en estos momentos requieren el respaldo del Instituto del Deporte del Estado de Yucatán encabezado por Juan Sosa Puerto.

El gobierno saliente que encabeza Rolando Zapata Bello tiene la última palabra para hacer realidad la participación de estos gimnastas en Rusia. “El favor” no es hacia estos deportistas; la asignación de los apoyos a estos jóvenes que pueden dar la sorpresa en esas competencias internacionales será, al final del día, un logro sumado a la gestión deportiva que se va. Mientras tanto, sigue el compás de espera…

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