Estrés: Principal detonante del vértigo

El vértigo es un trastorno del sentido del equilibrio que se caracteriza por una sensación de falta de estabilidad. La persona que sufre vértigo siente que los objetos giran a su alrededor o que ella misma experimenta un movimiento rotatorio del cuerpo. Suele ir acompañado de nauseas, vómitos, y falta de estabilidad para andar e imposibilita a la persona para desplazarse aún en distancias cortas como ir al baño, cocina, etc.
Los vértigos se pueden clasificar de muy diversas formas. Una de ellas se basa en la localización de la enfermedad que lo causa y los divide en periféricos y centrales. El vértigo periférico es el causado por la afectación del laberinto (oído interno) y nervio vestibular (el que lleva la información del equilibrio desde el oído interno al cerebro), y es el más frecuente; los pacientes suelen presentar además pérdida de audición y zumbidos, presión y dolor en el oído. El vértigo central es debido a la alteración de los mecanismos neurológicos del propio sistema vestibular. En estos casos es frecuente la existencia de alteraciones de la marcha y postura con inestabilidad muy llamativa, visión doble, problemas para la deglución, cefalea intensa, etc.
El 40% de la gente padece de este trastorno, la mayoría de los casos ocurre por estrés; problemas laborales, familiares y económicos, son los grandes detonadores, en especial en mujeres entre 20 y 50 años de edad.
Las actividades como el ejercicio, alimentación y respetar las horas de sueño son algunos consejos de gran ayuda que te permiten relajarte y prevenir el vértigo.
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