El estado de nuestra casa tiene un impacto enorme sobre nuestro estado de ánimo, lo bien que dormimos y sobre nuestros niveles de energía.
Puedes empezar por el dormitorio: abre las ventanas para que circule aire fresco, deja que entre tanta luz natural y pon orden en los armarios y el espacio bajo la cama.
Si quieres llevarlo al siguiente nivel puedes hojear un libro sobre la antigua tradición china del feng shui, que literalmente significa aire-agua.
Elfeng shui sostiene que la salud y el bienestar se pueden promover examinando cómo la fuerza de la vida, llamada "qi", fluye a través de un espacio. Incluso si no sientes el "qi" acabarás con una casa más ordenada y mejor distribuida.