Un pie plano es una afección que ocurre cuando uno se tiene menos arco del habitual, es decir, el eje del pie se cae. No causa dolor, pero es un pie que aguanta kilómetros, pero no son rápidos. Se detecta desde nacimiento o en ocasiones, se presente después de una lesión o por el simple desgaste de la edad. Si deseas saber más sobre este problema, a continuación, te mostraremos mayor información al respecto.
Hay dos tipos de pie plano
Es el pie plano más común. Usualmente se relaciona con la retracción del tendón de Aquiles, lo que produce dolor cuando caminas kilómetros.
Este tipo de pie plano se produce por barras que unen los huesos del tarso que se localizan en los pies y columna vertebral. Casi siempre produce limitación funcional y desgaste en el calzado habitual.
La mayoría de las personas no presentan síntomas asociados con el pie plano. Aunque algunas experimentan dolor en el talón o en la zona del arco. El dolor empeora con la actividad y mientras más esfuerces el pie puede producirse hinchazón a lo largo de la parte interna del tobillo.
Si presentas esos síntomas, te recomendamos que recibas tratamientos de podología en San Isidro. Así, en el futuro evitarás complicaciones que pueden afectar tu salud.
Como lo hemos mencionado líneas atrás, el pie plano puede producirse por una lesión. Aunque presente diferentes causas que sabrás a continuación.
El pie plano es normal en los bebés e infantes, pues el arco del pie todavía no ha desarrollado. El arco se desarrolla durante la infancia en la mayoría de personas, pero en algunas nunca se forma.
No obstante, también puede darse el caso de que un adulto, con un pie normal, desarrolle un pie plano a causa de una disfunción tibial posterior. Esto significa que el músculo que sujeta el arco deja de trabajar provocando que el pie cada vez se caiga más hacia dentro.
Después de un embarazo o en plena menopausia, las mujeres pueden sufrir de pie plano. Esto se debe a que se relajan ligamentos.
El arco también puede aplanarse con el paso del tiempo. Los años de desgaste pueden debilitar el tendón que se extiende a lo largo de la parte interna del tobillo y que ayuda a sostener el arco.
A veces, el pie plano contribuye a problemas en los tobillos y las rodillas porque la enfermedad puede alterar la alineación de las piernas. En ese caso, si necesitarás con urgencia tratamiento de podología.
Si deseas practicar deporte, el pie plano es un impedimento. Te impedirá correr rápidamente y tendrás muchas dificultades para la alta competencia, pues te dolerán las piernas.
La espalda sufrirá las consecuencias de un pie plano, pues el peso de tu cuerpo lo reciben tus pies y eso afecta a tu columna vertebral.
En niños, lo más importante es hacer un buen diagnóstico para que se pueda mejorar. Por eso, a partir de los 4 años, se recomienda hacer plantillas personalizadas para cambiar los ejes de alineación del pie.
En adultos, lo más importante es hacer una buena plantilla personalizada. Para ello, puedes acudir a un centro de podología que elaborada plantilla ortopédicas computarizadas.
Los tratamientos siempre deben ir asociados a ejercicios tanto de estiramientos como de potenciación. La posible operación sería otro tratamiento, siempre partiendo de un buen estudio biomecánico de la pisada y valorando todas las posibilidades.