Para tratar la leucemia, el paciente recibió un trasplante de médula ósea de un donante que era naturalmente resistente al virus. El hombre de 66 años, que prefiere no ser identificado, dejó de tomar medicamentos contra el VIH. Se trata del cuarto caso de este tipo reportado por los científicos.
El paciente dijo que está "más que agradecido" de que el virus ya no se encuentre en su cuerpo. El hombre recibió atención médica en el centro integral de tratamiento para el cáncer City of Hope, en Duarte, California.
El VIH daña el sistema inmunológico. Esto puede causar el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) y a que el cuerpo tenga dificultades para combatir las infecciones.
"Cuando me diagnosticaron VIH en 1988, como a muchos otros, pensé que era una sentencia de muerte. Nunca pensé que viviría para ver el día en que ya no tengo VIH", dijo el hombre en un comunicado.
Sin embargo, no recibió esa terapia debido al VIH, sino para tratar la leucemia que padece desde los 63 años.
El equipo médico decidió que el paciente necesitaba un trasplante de médula ósea para reemplazar sus células sanguíneas cancerosas. Por coincidencia, el donante era resistente al VIH.
El virus ingresa a los glóbulos blancos del cuerpo a través de una puerta microscópica: una proteína llamada CCR5. Sin embargo, algunas personas, incluido el donante, tienen mutaciones de la CCR5 que cierran la puerta y evitan la entrada del VIH.
La cura sigue siendo el "santo grial"
El paciente fue monitoreado de cerca después del trasplante y los niveles de VIH se volvieron indetectables en su cuerpo. Ha estado en remisión durante más de 17 meses.