La crianza consciente que se basa en la atención plena, presencia, diálogo y el respeto hacia las y los hijos, se ha convertido en una filosofía de enseñanza significativa, aseguró la profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Rossana Cuevas Ferrera.
En la conferencia “Crianza consciente: un modelo de crianza para la salud” realizada en la mencionada escuela, la psicóloga explicó que, para comenzar nuestro proceso de formación consciente, es fundamental conocer cuáles han sido nuestros modelos educativos, ya que todos aquellos adquiridos a lo largo de la vida, sobre todo de los principales referentes (padres, abuelos, maestros), son los que moldean nuestro estilo propio.
Actualmente, afirmó, la crianza consciente es un enfoque que implica estar presentes en el momento, respetar las necesidades de los niños y fomentar su autonomía y desarrollo emocional.
Sobre cómo lograr esta práctica, Cuevas Ferrara indicó que la autora Larissa G. Duncan, profesora afiliada al Centro para Mentes Saludables de la Universidad de Wisconsin, propuso la crianza “Mindfulness”, que se trata de ser más consciente y de aceptación en las interacciones padres-hijos, crear un contexto familiar más satisfactorio y relaciones interpersonales de mayor calidad.
“Aunque no existe una conceptualización precisa sobre este tipo de crianza, el modelo que mayor aceptación ha recibido ha sido el de Duncan, el cual propone cinco dimensiones, cada una está relacionada con una serie de comportamientos, actitudes y habilidades en los padres”, detalló.
En ese sentido, enumeró las dimensiones: “escuchar con atención plena, aceptación y no juicio de sí mismo y del hijo, consciencia emocional de sí mismo y del hijo, autorregulación en la relación padre–hijo y compasión por sí mismo y por el hijo”.
Así mismo, la especialista señaló que este concepto considera que la propia crianza mindfulness tiene impacto directo en el bienestar de los padres en su estilo de prácticas parentales y, a su vez, en el afecto hacia los hijos y como se manejan con ellos, lo que lleva a mejores resultados en las y los niños, así como un mayor bienestar y mejor autorregulación.
Añadió que, al practicar este esquema, se trata de crear un ambiente amoroso y seguro donde las y los pequeños puedan crecer y florecer, al igual que desarrollan habilidades como la empatía, la comunicación efectiva y la resolución de conflictos, que son fundamentales para el liderazgo personal.
“En realidad, la crianza consciente está íntimamente relacionada con el propio proceso de autodescubrimiento y consciencia de los padres y madres”, recalcó.
Antes de finalizar la charla como parte de las actividades por el mes de la Salud Mental, la profesora puntualizó que ser padres es una de las tareas más desafiantes y exigentes que existen, y a la vez una de las más importantes, por lo que, “a mayor consciencia de los educadores, más consciente se torna la crianza”.